viernes, 19 de noviembre de 2010

En cuarentena


Hoy iba a escribir una nueva entrada en mi blog hablando del famoso Keyword activity, un tema jugoso y socorrido por los blogueros cuando no nos inspiran las musas.

La putada es que mi querido laptop me ha sorprendido con ´´esto.

Me salen todas las tildes dobles.

Tras una b´´usqueda en internet, he descubierto que tengo un virus. Al parecer, se llama W32/Bugbear.B y es as´´i de majo.

No s´´e de d´´onde ha salido, pero a pesar de ser inofensivo es ciertamente molesto. Voy a hacer un barrido con mi ej´´ercito de antivirus. Lo que s´´i s´´e es que me niego a castigaros con semejante tortura ortogr´´afica, as´´i que me ausentar´´e durante unos d´´ias.

Joder qu´´e asco.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Vida laboral e indignación




Terminé la carrera hace ya casi tres años. Tengo un currículum más bien nutrido* y toda la experiencia laboral que se me ha permitido acumular desde los 18 años. He trabajado en Telepizza, en una sala de fiestas, en un restaurante, en campamentos, dando clases de natación, haciendo revisiones podológicas, impartiendo educación para la salud y finalmente como enfermera.


Cuando terminé la carrera y título en mano, me puse a echar currículums como una loca porque tenía unas ganas inmensas de trabajar de lo que había estudiado. Tardaron dos meses en llamarme, cosa que teniendo en cuenta que carecía de experiencia me parece lo más normal del mundo. Era de una cadena de centros geriátricos, en la que estuve trabajando nueve meses durante los que vi cometer tantas atrocidades contra los pobres abuelitos que perdí la fe en los buenos profesionales. Hacía turno rodado, por el cual trabajé indistintamente mañanas, tardes, noches, fines de semana y festivos. Sobre las condiciones laborales, era una sola enfermera para 70 ancianos, ¿hace falta decir más?

Por suerte, un buen día al llegar a casa después de vacaciones mi padre me entregó una carta certificada en la que decía que no hacía falta que volviese al trabajo. Obviamente no volví, pero a los pocos días la amable secretaria de recursos humanos de la empresa me llamó para recordarme que debía devolver el uniforme. Todo un detalle.

Después de eso, comencé a trabajar en otra residencia de ancianos para la que me había entrevistado mientras trabajaba en la primera ya que no me encontraba a gusto en absoluto y cada día que pasaba tenía más claro que si no podía cambiar de empleo, al menos cambiaría de empresa. Esta en concreto era una fundación perteneciente al Opus Dei. Aunque no comulgo con la religión católica, aquí al menos trataban a los abuelitos como seres humanos. Además éramos dos enfermeras por turno, teníamos sólo 50 ancianitos y trabajaba fija en turno de tarde, con lo cual podía planificar mi vida social y las tareas del hogar para la mañana.

Tres meses después, una mañana de agosto me llamaron de la Conselleria de Sanidad para ofertarme una baja de 20 días en un centro de salud, por fin. Empezaba al día siguiente. Aunque me pilló totalmente a contrapelo, acepté el puesto. Al fin y al cabo no era la primera persona con dos empleos y sólo iban a ser veinte días.
La baja del centro de salud se alargó y estuve compaginando el trabajo en la sanidad pública con el trabajo en la resi de ancianos durante dos meses en los que tuve que hacer mil peripecias para cuadrar los horarios y llegar a tiempo a ambos puestos. Me estaba volviendo loca (curraba 14 horas diarias) hasta que comenzaron a ponerme problemas para cambiar turnos, con lo que ya no podía cuadrar los horarios para cumplir en ambos sitios. Me presionaron tanto que me vi obligada a elegir entre un trabajo desagradable de bajo sueldo pero estable en la residencia o un trabajo que me gustaba y bien remunerado pero de duración incierta en el centro de salud.

Mis compañeras del centro de salud me advirtieron que la enfermera cuya baja estaba cubriendo es una currante nata, de las que empalman una baja con otra hasta agotar los permisos. Sabiendo eso y como no tenía gastos ni deudas que cubrir, opté por seguir solamente en el centro de salud. Por suerte para mí, la baja se alargó de los 20 días previstos hasta 9 meses**, que curiosamente es el máximo periodo que se acepta por accidente laboral.

Cuando terminé la baja, había acumulado 9 meses de experiencia en la sanidad pública. Quedé parada en Marzo y estuve cobrando por mi desempleo hasta Junio. En ese lapso, una amiga de mi familia me dijo que tiene un contacto en un hospital nuevo a 150 km de mi casa y me ofreció un puesto de trabajo allí a través de esta persona. La oferta me interesaba porque es un hospital público, aunque de gestión privada. Me enviaron un mail con la solicitud de incorporación, acudí a la entrevista y esperé a que me llamaran. De hecho, sigo esperando la llamada y han pasado más de seis meses. He desistido.

Actualmente tengo un trabajo de media jornada en otro geriátrico, por el cual cobro obviamente la mitad del sueldo establecido por convenio para mi puesto, pero solamente trabajo tres días a la semana***. Tal como están las cosas, me veo obligada a dar gracias porque al menos no estoy en paro y porque mi medio sueldo es casi lo que gana un españolito normal en un mes. Aclaremos que no me quejo por vicio, no soy millonaria ni mucho menos, pero es que el sueldo habitual en españa es de risa. Mi salario al menos puedo calificarlo de digno.

Pero aún así, no me siento en absoluto satisfecha con mi empleo. Me parece razonable que a los jóvenes, por tener menos experiencia, nos discriminen para ciertos puestos y todos acabemos pringando en geriátricos, donde el trabajo no es nada agradable y el sueldo la mitad que en hospitales o centros de salud. Lo que no me parece razonable es que los fósiles del sistema sanitario estén ahí de forma perenne, la mayoría sin haber recibido ningún tipo de reciclaje útil y haciendo desaprender con su mal ejemplo**** a los pocos jóvenes que consiguen trabajar, ya que los argumentos "porque así se ha hecho toda la vida" y "porque le va bien" son irrebatibles desde el punto de vista científico.

Esa situación me indigna, porque algunos hemos invertido en nuestra formación* unas cifras considerables con la esperanza de poder optar a un trabajo mejor sin que necesariamente hayan de pasar años y años de trabajos ambulantes. Este berrinche es por la forma que el sistema tiene de tratar a la gente joven como yo, con ganas de trabajar y sin poder hacerlo.


Os preguntaréis ¿todo este rollo para qué nos lo cuentas?

Sinceramente, yo tampoco lo sé. Bueno sí, con la esperanza de que algún jefazo sienta lástima o compasión de mí y mande un mail pidiéndome que me incorpore a otro puesto de trabajo. O aún mejor, que se enamoren de mi currículum y decidan contratarme por mis aptitudes. O aún mejor, que decidan otorgarme un sueldo mensual vitalicio sólo porque les caigo bien. De ilusiones también se vive ¿no?


*Como dato destacable, tengo tres másters que me han costado un ojo de la cara, manejo 4 idiomas y he hecho una infinidad de cursos y prácticas.
**La señora supuestamente había sufrido una caída que había agravado una lesión anterior en el brazo, por la que tuvo que ser operada y rehabilitada. En ese periodo de tiempo la vimos cargada de bolsas una tarde de compras. Como dato completamente ajeno a esto, acababa de tener un nieto.
*** Tengo la fortuna de pringar generalmente sábado, domingo y viernes o lunes.
****Durante mis meses en el centro de salud, vi utilizar como antiséptico ácido bórico. El uso de dicha sustancia está prohibido varias veces en el BOE, por ser altamente tóxico. La primera prohibición es del año 1964.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Cuatro

1ª Indicar quién te nomino:
Como bien indica la etiqueta, lo he robado del blog No estoy... me perdí aquí

2º Nominar a otros cuatro blogueros/as para realizar el test:
a) Doctora Anchoa
b) Ene
c) Luna
d) Elena Lechuga

Otros comentaristas habituales como Caótica, Pecado y José Antonio sois libres de coger prestado lo que queráis sin necesidad de nominación. Para eso estamos en familia.

3º Avisar a esas personas de que están nominadas.
Ya lo leerán... ¡no vale hacerse el despistado!

4º Hacer el test:

- Cuatro (tipos de) cosas que llevo en el bolso:
1. Cosas esenciales: Llaves, cartera, móvil.
2. Cosas que llevo cuando no necesito y necesito cuando no llevo: Chicles de menta, crema de cacao o
gloss, tampax, toallitas húmedas, salvaslip...
3. Cosas que se acumulan involuntariamente: Tickets de compra, pañuelos usados...
4. Extras: Zapatos planos cuando voy de fiesta, una chaquetilla, Ralph...
- Cuatro cosas favoritas de mi habitación:
1. La cama.
2. El espejo del armario, que es de cuerpo entero.
3. El portátil.
4. La puerta. Sin ella no sería propiamente una habitación.
- Cuatro cosas que me gustan ahora mismo:
1. Pasteloso
2. Nieve
3. Bloguear
4. El chocolate
- Cuatro cosas que siempre he querido hacer:
1. Viajar a Egipto y a Grecia.
2. Entrar en el H&M y decir que me llevo uno de cada.
3. Ser capaz de mantenerme firme en mis decisiones (adelgazar, estudiar en serio...)
4. Poder decir con toda convicción que soy feliz y he tenido éxito en la vida.
- Cuatro cosas que no sabías de mí:
1. No tengo memoria, para recordar cualquier cosa dependo de las alarmas del móvil.
2. Sé que soy perfectamente normal, pero me repatea.
3. Duermo con la camiseta del pijama por dentro del pantalón, y con las perneras de éste por dentro de los calcetines. La viva imagen de la sensualidad, lo sé.
4. Después de comer se me pone la carne de gallina, aunque estemos a 40ºC.

- Cuatro canciones que no me puedo quitar de la cabeza:
1. Love the way you lie, de Eminem y Rihanna. Simplemente genial.
2.
The reason, de Hoobastank. No sé de nadie a quien no le guste.
3.
Me enamoré, de Georgina. Da buen rollito oírla.
4. La sintonía de
L'alquería Blanca. No la escuchéis, repito, NO la escuchéis porque es odiosa y no os la podréis quitar de la cabeza.


Pondría muchas más...



En fin, espero que os haya gustado el meme.
Hoy no se me ocurría nada interesante...

martes, 9 de noviembre de 2010

Cosas que no sé decirte a la cara


Te quiero, ojazos.

Eres el mejor regalo que me ha dado la vida y no pienso perderte por nada del mundo.


Tengo muchísimas ganas de vivir contigo, pero de verdad.

Quiero despertarme a tu lado y no hacer las maletas. Siento que mi hogar está junto a ti y hay algo en mi interior que me grita a pleno pulmón que no me estoy equivocando al apostar por lo nuestro, aunque sólo llevemos 4 meses "de mierda". Sé que es un tópico, pero es como si te conociera de siempre y llevase toda la vida esperando a que aparecieras... eres todo lo que busco en un hombre. Me encanta tu forma de ser, tu carácter, cómo me tratas, lo inteligente que eres, cómo me haces reír y cómo hacemos el amor. Juntos formamos una combinación perfecta de similitudes y diferencias, me complementas a la perfección con tu mala leche y ese rollo de ejecutivo malvado que te traes, aunque por dentro seas de algodón de azúcar. Me gusta que cuando estás conmigo dejes salir al niño que llevas dentro, porque confías en mí y no te importa mostrarte vulnerable aunque eso destroce tu personaje. Me encanta mirarte a los ojos y perderme entre tus pestañas. Tus besos me vuelven loca. Tienes esos labios esponjosos, húmedos y calentitos que bailan con los míos la coreografía más perfecta del universo cada vez que se juntan en un beso. Me fascina tu cuerpo. Tenerte entre mis brazos o refugiarme entre los tuyos me hace sentir completa. Dormirme respirando tu olor es la octava maravilla del mundo. Acariciarte se ha convertido para mí en una auténtica obsesión. Eres suave, firme y calentito. Descubrir nuevas curvas, huecos y recovecos cada vez que paso mis dedos por tu piel me produce una sensación indescriptible. Recorrer tu cuerpo con mis labios es un auténtico placer.

Sabes a cielo.


Me gusta verte bromear con mi padre, porque por algún extraño motivo siento que encajas y completas mi cuadro familiar. Aunque sea una soberana gilipollez, me gusta que me hables valenciano porque por algún motivo sé que el padre de mis hijos ha de hablarlo. Hasta tonterías como que llames "paticuelas" a las zapatillas de ir por casa me hacen sonreír. Incluso las pequeñas cosas que me sacan de quicio me fascinan, como tu paladar de gourmet, tu gusto por las cosas "buenas" (caras) y tu forma de criticarme las pocas veces que me dejas conducir. Incluso tus ronquidos se han convertido en el hilo musical de mis sueños. Me gusta cuidarte cuando estás malito (pero ojo, no te tomes esto muy a pecho que la última vez que te lo dije te tiraste enfermo un mes!) y me siento realmente útil cuando me dices que sólo por estar conmigo te encuentras mejor, aunque sea una mentirijilla.

Hoy me gustan hasta tus pies.

No sé cómo decirlo para que alcances a comprender que estoy jodidamente enamorada y sé que mi lugar es junto a ti. No sé cómo decirte que tengo ganas de gritarle un "SÍ, QUIERO" al mundo y ser tuya para siempre.

Vamos a ser muy felices, eso seguro. Estamos hechos para estar juntos.

Pero tienes que dejar de fumar.


Te amo vida mía. Que pases un buen día...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Tal día como hoy...


...hace 7 años perdí la virginidad.

Lo recuerdo como un momento hermoso, lleno de amor y cariño, aunque también de muchos miedos o mejor dicho, inseguridades.

Me faltaban unos pocos días para cumplir 16 años y tenía un novio (o como queráis llamar al primer amor de adolescencia) que compartía su vida conmigo desde hacía once meses. Tuve la suerte de dar con una persona maravillosa que me quería por encima de todas las cosas y durante algo más de tres años lo seguimos compartiendo todo. Compartir todo a esa edad, al menos en mi época, significa que fue mi primer amor, mi primer beso, mi primer noviazgo y por supuesto mi primera vez.

Como hoy, era un día de otoño. Mis padres habían salido a pasar fuera el fin de semana, aprovechando el inicio de la temporada de esquí. Yo decidí quedarme en casa, porque tenía que estudiar. Qué inocencia.

Mi chico, F, vino a casa sin saber que nos esperaba un día inolvidable. Después de ocho meses descubriendo nuestros cuerpos con caricias y mil besos, aquel día surgió la ocasión.

Si he de ser completamente sincera, dolió. Fue un dolor seco y rasgante, pero nada que no se pudiera soportar. Pocas veces he sido tratada con tantísimo cariño y delicadeza, pero a pesar de ello tuvimos que posponer el momento en varias ocasiones.
Sería la primera de muchas primeras veces, ya que aunque entonces no lo sabía, F calzaba unos cuantos números más que la media y eso dificultaba la tarea. Nos amábamos por encima de todas las cosas, con esa ilusión ciega que tiene el amor adolescente, y en aquel momento lo único que deseábamos era estar juntos y darnos lo mejor el uno al otro. El objetivo no era tener un orgasmo, no había ninguna prisa. Solamente hicimos el amor, ni más ni menos. Sin duda, tengo que reconocer que fue uno de los momentos más especiales de mi vida y me alegro infinitamente de haberlo compartido con él.

Gran parte de la culpa de tan grato recuerdo la tiene mi formación.
Desde antes de cumplir los doce añitos había acumulado un montón de información que devoraba de libros y programas de radio, que era lo que en aquél entonces podía tener a mano una niña de mi edad sin escandalizar demasiado. Físicamente estamos preparados y tenemos necesidades sexuales desde mucho antes de estar preparados intelectual y psicológicamente. En el colegio nos dan alguna información, pero cualquiera que haya compartido una conversación abierta con un ser humano pubescente sabrá que es bastante más que insuficiente para satisfacer su curiosidad y desde luego, muy deficiente para cubrir sus inseguridades. En una sociedad tan hipersexualizada como la que vivimos, en la que todo se vende con y para el sexo, me parece una consecuencia bastante lógica que todo el rebaño de adolescentes ignorantes acabe viviendo su sexualidad de una forma incorrecta, o al menos poco deseable.

Para mí, es triste que una persona viva su primera vez borracha en la cabina de un váter de discoteca.
Es triste que la única consecuencia indeseable de esa actitud que se pretende evitar sea el embarazo. Es triste que se opte por la píldora del día después como anticonceptivo habitual, sin tener ni la más remota idea de qué es ni cómo funciona y mucho menos de las consecuencias indeseables de su uso. Es triste que la tasa de abortos vaya incrementando cada año que pasa, no solamente en crías y jóvenes sino en mujeres adultas que no llevan una vida sexual responsable. Es triste que el rango de edad con mayor numero de abortos sea en mujeres adultas, pero más triste es que las menores sean madres sin haberlo planificado.

Datos como este, para mí, son tristes.

Consecuencias como esta, son más tristes. Sólo en un año, más de un millón de nuevos infectados. Teniendo en cuenta que enfermedades como el herpes genital y los condilomas son incurables, imaginad cómo crecen las probabilidades de infección. Exponencialmente.

Impresiona, ¿verdad?

Pero lo más triste de todo es la ignorancia.


Es triste que los jóvenes que quieren aprender sobre algo tan básico como es su salud sexual, realmente no tengan una vía oficial y suficiente de donde hacerlo y acaben creyendo leyendas urbanas o alimentando su desconocimiento con rumores y desinformación de internet.

Respecto a F, lo hermoso es que también yo fui su primer todo, por lo que éramos compañeros de viaje en todas aquellas experiencias. Es una persona maravillosa con la que, a día de hoy, sigo manteniendo la confianza y una grandísima amistad labrada a base de buenos y malos momentos. Es de las pocas personas que sé que están ahí cuando las necesito.

Feliz virgocumple, F.

Me ha quedado un post larguísimo...


sábado, 6 de noviembre de 2010

Dulces sueños

A petición popular, dejo que os deleiteis el fin de semana con unas fotos de mi morroncita. Como tengo unas cuantas, voy a ir publicándolas temáticamente.


Si un bebé duerme mucho y un gato duerme mucho, podéis imaginar que un gatito duerme aún más... prácticamente el 80% del tiempo. Es adorable ver sus caritas de sueño y cómo se van cayendo rendidos aunque quieren seguir despiertos descubriendo el mundo. Por suerte, al cabo de unos cuantos bostezos los párpados le pesan tanto que cae en coma profundo.

Fase 1 del sueño:
Hecha un ovillo sobre el respaldo del sofá.

Aunque se dormía en cualquier lugar y postura, le sigue gustando ponerse sobre el respaldo del sofá, junto a mi cabeza mientras veo la tele, hasta que cae en brazos de Miaufeo.

Qué sueño tengo...




Fase 2:
Desparramada sobre el respaldo del sofá.

En esta fase si le alzas una patita y la dejas caer, no hay resistencia. Ahora que es más grandecita llega un momento en el que está tan relajada, que cae rodando al asiento del sofá y se despierta de un buen susto con cara de no saber qué ha ocurrido.

Qué a gusto estoy...



Por supuesto, ahora sigue manteniendo la capacidad de dormirse en cualquier sitio, aunque se ha hecho más selectiva y prefiere hacerlo donde esté bien a la vista, para que no olvidemos quién es la importante en todo momento.


¡Hasta pronto amigos!

viernes, 5 de noviembre de 2010

Me sangran los ojos

Hoy, después de un mes, mi coche se ha quedado sin gasolina. Bajo consejo de Pasteloso, he ido a respostar a una gasolinera pequeña que hay en un pueblo a pocos kilómetros de la capital, ya que el crudo es más económico allí (jo, cómo mola decir crudo, queda de noticiario).

Me he encontrado con esto:


No sé si volveré, porque lo que me ahorre en gasolina me lo voy a gastar en el oftalmólogo.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Planificando ando


Dentro de muy poquito es mi cumpleaños.

Me caen 23 otoños, cosa que ya me pone los pelos de punta porque empiezo a mirar mi adolescencia desde lejos, muy lejos, y me obliga a mirar hacia una adultez que se acerca a toda velocidad. Da un pelín de vértigo imaginarme pidiendo una hipoteca, comprando pañales y haciendo cálculos para llegar a fin de mes. Pero en fin, el tema del post no es ese. Quiero pediros un poquito de ayuda.
He tenido veintidós ocasiones en las que supuestamente debería haber celebrado el aniversario de mi nacimiento. Mi primer cumple, teniendo en cuenta que soy el primer infante de mi árbol familiar debió ser un fiestón al nivel de las orgías romanas, pero de los primeros cinco años de mi vida poco puedo recordar. Los cinco siguientes aniversarios fue mi bruja la que organizó todo y sinceramente, las pocas fiestas que recuerdo no me dejan buen sabor de boca. Cuando cumplí 9 años mi bruja organizó una pequeña fiesta en el bar del colegio, a la que estaban invitados los niños de mi clase cuyas madres le caían bien. Teniendo en cuenta que sólo tenía dos amigas y ninguna estaba invitada (una es huérfana y la otra hija de padres divorciados) pasé la fiesta sola sentada en un rincón. Además, mi bruja me obligó a ponerme un jersey color salmón muy de princesa, ideal para una niña de mi edad, pero que era de lana y picaba como si hubiera estado hecho de ortigas. A partir de los 10 años, mi bruja consideraba que ya éramos niñas grandes y el cumpleaños dejaba de ser un acto social para celebrarse en casa, tomando té y pastitas. Al principio mi abuela me regalaba el típico pongo, hasta que descubrió que mis caras de asco e indiferencia al recibir el regalo no compensaban y abandonó la práctica.

Entre mi carácter asocial y mi mal regalar, mi cumpleaños pasó a ser una simple anécdota que dura 24 horas y se olvida hasta el año siguiente. Mi padre ausente sintió alivio por no tener que recordar la fecha (ni mi edad). Y yo tan contenta.

Cuando cumplí 18 años, con la neura de que iba a ser mayor de edad y eso mola trillones, intenté organizar una cena por mi cuenta en el garaje de mi pueblo, en noviembre. Obviamente mis padres alejaron la estufa de gas del puñado de adolescentes alcoholizados para evitar salir en los noticiarios y pasamos un frío de narices. Como entonces no pesaba ni 50 kg y mi sistema inmunológico estaba en huelga, cogí un gripazo que me duró hasta navidades.

Con esos antecedentes podéis imaginar que dejé de celebrar mi cumple. El día D simplemente se diferencia del resto en que algún amigo y diversas entidades bancarias me envian un sms felicitándome. Sin embargo, como recientemente he retomado el contacto con mis amigas y Pasteloso me hace feliz, estoy con el humor suficientemente alto como para tener ganas de organizar algún tipo de celebración social. Pero se me ha olvidado cómo se hace. Es decir, creo que nunca he sabido qué narices hay que hacer para organizar un acto de este tipo. Es más, he asistido a tan pocos que podría contarlo con una mano, así que ni siquiera puedo copiarme.

¿Alguna idea?
Premisas a tener en cuenta:
- Tiempo de planificación inferior a una semana.
- Invitados entre los 18 y los 28 años.
- Uno de ellos con pierna escayolada.
- Una embarazada.
- Una madre de niño pequeño.
- Varias parejas.
- Varias golfas con tendencias etílicas de las que no me
gustaría hacerme cargo.

- Limitación económica moderada-seria.

martes, 2 de noviembre de 2010

Una recomendación: Dropbox


Gracias a un amigo, he descubierto un programa realmente útil y gratuito. Como yo no tengo ni idea de informática, os copio la descripción que he encontrado:

Dropbox es la herramienta ideal si trabajas con documentos en varios ordenadores a la vez.

Compatible con Windows, Mac y Linux, y accesible directamente desde el Explorador de archivos y desde el navegador web, Dropbox te ofrece hasta 2GB gratuitos de espacio en Internet para que subas toda clase de ficheros, ya sean canciones, fotografías, vídeos o documentos de texto.

Con Dropbox te será muy fácil compartir archivos en varios equipos, ya que cuando añadas uno nuevo, éste se sincronizará automáticamente con tu cuenta de Dropbox.

Dropbox permite compartir contenido con tus amigos, gracias a la carpeta pública, además de seleccionar qué subcarpetas quieres sincronizar y cuáles no.


En palabras paranoicas de ir por casa, es una aplicación que permite crear en internet una carpeta a cuyo contenido puedes acceder desde cualquier ordenador. Es muy útil si, como yo, pasas el día auto-enviándote e-mails o pasando datos del PC al portátil con un USB, ya que cuando modificas un archivo de la carpeta Dropbox se modifica automáticamente en el resto de ordenadores que tengan el programa. Para los blogueros, está chulo poder escribir cuando te viene la inspiración y automáticamente tenerlo en casa. Para los parados, está muy bien tener acceso a tu currículum desde cualquier sitio con internet, por si acaso.

Os prometo que no me pagan comisión por anunciarlo, por desgracia...

Os dejo el enlace del Dropbox: www.dropbox.com/referrals/NTEzNTQzMDU0OQ
Si utilizáis mi link, os regalan 250 MB aparte de los 2 GB iniciales.
Podéis conseguir otros 250 MB más por cada amigo que inviteis, hasta alcanzar un límite total de 10 GB.

Espero que os sea útil.

jueves, 28 de octubre de 2010

Reflexiones sobre lo femenino (II)



LAS TÍAS BUENAS

En otro rato de aburrimiento y reflexionando sobre lo que se considera femenino, he ido a parar a webs de todo tipo. Me he visto obligada a llegar a la conclusión de que para el mundo sólo es característicamente femenino parir y follar. Basta buscar "Femenino" en Google imágenes. Pues vaya.

Esquivando las webs de contenido pornográfico o puramente biológico, me han llamado especialmente la atención dos páginas: una de contenido religioso donde se enumeran varias cualidades que la iglesia ha atribuido como propias de la mujer y otra de videojuegos, donde se hace hincapié en los rasgos físicos femeninos que resultan sexualmente atractivos a un hombre.

Empezaré mi análisis barato de este contenido. Al parecer, si quisiéramos construir a la Afrodita del siglo XXI tendríamos que compilar los siguientes atributos:


1 -Rostro delicado
. ¿Qué entendemos por delicado? Me acojo a la acepción 7, aunque en la actualidad parece que está de moda la segunda.

2- Ojos grandes
. Supongo que grandes con moderación. No acabo de ver a Marge Simpson como icono sexual, aunque obviamente mucha gente sí. Además de grandes, su forma debe ser rasgada sin llegar a ser completamente orientales. Célebre la mirada miope de Marilyn Monroe, supongo que nadie puede discutirme eso.

3- Nariz pequeña
. Y recta y respingona. Una nariz curva es más propia de un hombre fuerte y varonil que de una princesa. Y eh, todas queremos ser princesas...

4- Labios grandes.
Aquí nos referimos a los de la boca. Si esperabas otra cosa, ve al punto 12.

5- Quijada pequeña.
Supongo que por eso hay muchos que adoran a Scarlett Johansson con su carita ovalada. Para mí, aunque sea un rasgo masculino, no hay nada más erótico que una mandíbula marcada. Véanse Demi Moore, Olivia Wilde, Angelina Jolie y Emily Deschanel.

6- Cuello delgado.
Y sin colgajos. Richard Fish ha aportado este punto*.

7- Hombros pequeños.
En su justa medida. Está claro que Michael Phelps hace las delicias de muchas, pero parece ser que a Gemma Mengual no le ocurre lo mismo con el sexo opuesto. En todo caso, prefiero la proporción "reloj de arena" que cualquiera de los triángulos.

8- Brazos y manos delgadas. Porque todos odiamos el adiós.

9- Tetas grandes con pezones grandes. Ahí estamos, para no olvidar que la Venus de Willendorf sigue en nuestra mente por muchos millones de años que hayan pasado. Todo un clásico.


10- Torso pequeño y abdomen plano
. Respetando las proporciones naturales: que sea menuda y delgada. Pero con las tetas grandes.

11- Grandes caderas y culo redondeado
. Ojo, no olvidemos que esta lista de atributos sale de una revista de videojuegos, donde caderas "grandes" son esto y no esto. Aunque las proporciones sean las mismas, en la vida real es el rasgo femenino que menos agrada. Y si no me creéis, buscad algún plano de "Entre fantasmas" en el que Jennifer Love-Hewitt aparezca de cuerpo entero. Difícil, ¿verdad?

12- Vulva sobresaliente con labios mayores gruesos y menores delicados
. La queremos sexualmente activa pero virginal. Para aquéllos que no entiendan cómo algo tan íntimo puede ser determinante en un primer encuentro, les sorprenderá conocer que existen instrumentos tan discretos como este para ir proclamando tu sexualidad con unos buenos pantalones de sordomuda (sí, de esos en los que se leen los labios).

13- Piernas curvilíneas
. Infinitamente largas, a lo dibujo manga.

14- Pies pequeños y delgados.
Porque es lo que necesita una mujer alta, pies pequeñitos para poder andar con gracia. Al más puro estilo chino, para que no pueda huir de de los hombres.


Básicamente, una tía buena es un contraste de tamaños.
Muchas de nosotras hemos pasado etapas de nuestra vida obsesionadas con el tamaño de alguna parte de nuestro cuerpo, por exceso o por defecto. Personalmente, después de haberme torturado mucho en mi adolescencia para ajustarme a cánones imposibles, ahora disfruto de mi cuerpo. Si alguna de mis lectoras no puede afirmar lo mismo con rotundidad sólo tengo un consejo: es preferible una visita al psicólogo que al cirujano. Y más económico.

Para todo lo demás, Photoshop.


* Si has entendido esta referencia, debes saber que eres un poco friki.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Colegas de toda la vida


El PPN vuelve a las andadas.

Para mí, este chico es un misterio. O simplemente gilipollas. Después de haber hecho que me obsesionara con él hasta el límite de la alucinación para pasar a ignorar mi existencia y volverme loca, hemos entablado alguna conversación vía Messenger. Preguntaréis "¿y por qué no lo eliminas de tu lista de contactos?" pues porque tengo la vaga esperanza de que algún día se haga justicia divina y el chico en cuestión se dé cuenta de que me ha tratado mal y no sabe lo que se pierde. Sé que es una gilipollez, pero es lo que tiene conservar la fe en la humanidad. Craso error.

Desde que decidió ignorarme, lo he visto en dos ocasiones:

La primera, un lunes a las 2:30 de la madrugada. Digamos que después de una conversación subida de tono me picaba la entrepierna, pero más me picaba saber hasta qué punto el susodicho era capaz de abandonar el calor de su cama para venir a calentar la mía. Teniendo en cuenta que al día siguiente él tenía que madrugar y que para llegar a mi casa ha de recorrer unos cuantos kilómetros, me sentí con un poder sobrehumano por ser capaz de hacerle venir. La parte maléfica del plan era no abrir la puerta y dejarlo con las ganas, pero me pudieron las mías.

La segunda, un sábado etílico en la discoteca donde fuimos a celebrar el cumpleaños de Pasteloso. Yo, con la seguridad en tí misma que te dan unos tacones de 12 centímetros, un buen maquillaje y unas cuantas copas de vodka, me acerqué a saludarlo cordialmente en plan "mira qué superado tengo que pasaras de mi cara". Me dió dos besos y cruzamos cuatro palabras. Después descubrí que Pasteloso lo miraba con cara de pocos amigos desde la lejanía y el chico estaba acojonado. Pues vaya policía de mierda estás hecho.

Quitando estas dos ocasiones y dado que mis obsesiones habían encontrado alguien mucho más digno de ellas, la historia quedó bastante aparcada. Es decir, no supe de su existencia durante meses. Hasta ayer.

Facebook tuvo a bien avisarme de su cambio de estado sentimental. ¿El PPN tiene novia? Pues sí que ha cambiado el mundo... dejé un comentario "felicitándolo". Con mis mejores deseos.
Yo y otras 5 mujeres más. Qué tristes somos...

Esa misma noche oí la campanita del Messenger y cuál fue mi sorpresa al ver que era el PPN saludándome. ¿Y a este qué tripa se le ha roto ahora? Pedía disculpas por haberse ausentado tanto tiempo, pero se le había estropeado el ordenador y blablabla... toneladas de excusas baratas. Eso era de esperar, de donde no hay no puede sacarse. A continuación empezó a contarme cuán feliz era con su nueva novia, que lo centra mucho y que tiene ganas de sentar la cabeza. Patidifusa me hallo.

Lo que me desconcierta es en qué momento dejé de ser el polvo fácil y me gané el puesto de amiga quitapenas. ¿Eso no pasaba sólo con los hombres respecto a las mujeres?

En fin, colegas de toda la vida.

PD: Lo siento por el alarde de creatividad con el paint, intentaré no repetirlo demasiado a menudo.

Cuando la inspiración falla

El universo blog mola. Y si no estáis de acuerdo, no sé qué haceis leyendo esto.
Lo que no mola es no tener nada lo suficientemente interesante que contar. Admiro a esos artistas de lo banal que son capaces de volver interesante cualquier anécdota para sacar todo un monólogo de ellas.

Yo tengo pavor al folio en blanco, me siento miserable y hasta culpable por no cumplir esta especie de compromiso conmigo misma que resulta tener un blog y ser incapaz de alimentarlo para que siga vivo. Otra muestra más de mi falta de constancia.

Sin embargo, consuela saber que no soy la única a la que le ocurren estas crisis de inspiración. Mola ver que hay otros blogueros de recurso fácil cuando las musas no están de su parte. Envidio de forma malsana el éxito de la Doctora Anchoa al captar tanto lector activo con sus concursos. Yo no tengo esa creatividad, es más, carezco del nivel de gafapastismo suficiente como para pensar siquiera en participar en ellos.

Así que voy a caer en el recurso fácil. Me auto-nomino a un meme, extraído del blog de Pétalo. Y estoy tan vaga que voy a copiarle hasta el formato. Triste Paranoica, asúmelo.


A: Animales. I love bichitos peludos.
B: Blog. Me has sacado de la auto condescendencia para llevarme a la vida real. Gracias.
C: Casa. No se está mejor en ningún sitio. Bueno, en la cama, pero también empieza con C.
D: Dinero. Fuente de todo mal, pero cuántas alegrías da tenerlo.
E: Enfermería. A ella me consagro y a ella me resigno.
F: Farmacología. Alias "le pongo nombres raros a todo, porque sí". La tortura de mis estudios.
G: El dichoso punto Gräfenberg. Algún día te encontraré y pienso desgastarte.
H: Hombres. Nada es tan bueno y tan malo como vosotros para mi salud.
I: Ignorancia. Demasiadas veces, la clave de la felicidad.
J: Joder. La única palabrota que pronuncio todos los días. Cosas del subconsciente.
K: Kilos. Cuando están en tu báscula y no en tu cuenta corriente, un problema.
L: Lágrimas. La mejor terapia. Aunque molan mucho más cuando son de felicidad.
M: Música. Para reír, para llorar, para gritar y para bailar.
N: Nieve. Ya la conocéis.
O: Ojos. Me encanta mirar los de la gente, dicen mucho más que las palabras.
P: Pasteloso. Comenzó como "El memo", hasta que el amor me hizo ver que no era apropiado.
Q: QWERTY. Me encanta cómo suena el nombre del teclado.
R: Risas. Sentido del humor. Acidez. Sarcasmo. Ironía. Lo único mejor que el sexo.
S: Sexo. Todo lo mueve, es el tema de conversación por excelencia.
T: Traición. Lo único que no perdonaré nunca.
U: Universitarios. Los odias cuando te rodean y los añoras cuando ya no estás.
V: Valencia. Es la tierra de las flores, de la luz y del color... y mi tierra.
W: Sólo se me ocurre whiskey. Diremos Wodka, seguro que existe en algún idioma.
X: Señala el tesoro. Sólo falta encontrarla y escabar.
Y: Yo. El centro de mi vida, aunque a veces no me entienda.
Z: Zapatos. Tengo miles y quiero más. Siempre quedan bien, a pesar de K.

martes, 26 de octubre de 2010

Reflexiones sobre lo femenino


Nunca me he sentido especialmente femenina. Aclaremos que siempre me ha encantado ser mujer y pocas veces he renegado de mi sexualidad, mi cuerpo y mis atribuciones biológicas; pero no me considero un estandarte de lo que se atribuye como femenino en los roles sociales.

Tal vez tiene algo que ver con mis ganas de llevar la contraria y salirme de la norma, esa falsa rebeldía que tanto defiendo pero que soy demasiado cobarde para ejecutar. Las características femeninas como contraposición a lo masculino que hemos heredado de la cultura judeocristiana me parecen demasiado cursis y kitsch para representar a la mujer actual. No me siento delicada, familiar y discreta. Nunca he imaginado mi futuro como una esposa fiel o una madre abnegada. No me considero una chica inocente y sumisa, aunque es muy probable que sea ambas cosas mucho más de lo que me gusta reconocer.

Porque tampoco soy partidaria del contrapunto actual. La idea que se tiene de una mujer independiente y liberada es básicamente una fotocopia del rol masculino, con todos sus defectos y con las incongruencias que conlleva una mala imitación. Juzgamos a los hombres por tratarnos como objetos y ocultar su sensibilidad, pero hemos acabado copiando ridículamente esas actitudes que en ellos tanto odiamos. Una despedida de soltera con stripper hace 50 años era algo impensable y hoy en día es tan típico que parece que no lo estés haciendo bien si no sigues al rebaño de machas. Me parece tremendamente absurdo.

No hemos de elegir obligatoriamente entre ser femeninas o ser feministas. Sólo hemos de ser lo que queremos ser.

A mí me gusta ser mujer, con mis virtudes y mis defectos.

martes, 5 de octubre de 2010

Requisitos imprescindibles del hombre diez

Queridos lectores, escarabajos y escarabajas. Tenía una entrada preparada para publicar hoy, pero no me ha parecido suficientemente jugosa después de un dilatado periodo de espera y he decidido desempolvar algo que venía rumiando desde hace un tiempo.

Haciendo un duro análisis introspectivo y numerosas entrevistas nada fiables a las féminas solteras de mi alrededor, llego a la conclusión de que hay ciertas cualidades sine qua non plantearse tener una relación de cualquier tipo con un hombre es simplemente imposible. Hay ciertos puntos básicos, las ramas de ese árbol que cada una va personalizando hasta conseguir la plantilla de cómo esperamos que sea la persona con la que queremos compartir la vida. Os hago una ligera pero detallada enumeración de cualidades:

1.- Inteligencia.
1.1.- Nivel cultural similar al de la interesada
1.1.1.- Conocimiento y uso de las normas de ortografía
1.1.2.- Capacidad para mantener una conversación a nivel humano
1.2.- Sentido del humor
1.2.1- Habilidades para el uso del sarcasmo y la ironía
1.3.- Habilidad amatoria
1.3.1.- Conocimiento básico de la anatomía femenina
1.3.1.- Uso y disfrute del sexo más allá del coito

2.- Sinceridad.
2.1.- Fidelidad

3.- Atractivo físico.
3.1.- Juventud
3.2.- Estado óptimo de salud
3.3.- Condiciones higiénicas dentro de la salubridad
3.4.- Nivel aceptable de preocupación por su estética

4.- Responsabilidad.
4.1.- Independencia económica
4.1.1.- Aceptación del nivel adquisitivo
a) Vivir al nivel de sus posibilidades
b) Capacidad de distinguir entre "excesivo" y "cutre"
4.2.- Aceptación de obligaciones y derechos
4.2.1.- Cooperación en las tareas domésticas
4.2.2.- Asunción activa de la paternidad

5.- Sensibilidad.
5.1.- Empatía
5.1.1.- Capacidad de escuchar
5.1.2- Consideración con los niños, animales y otros seres "inferiores"
5.2- Inquietud ecológica
5.2.1- Respeto al entorno
a) Aptitudes para el reciclaje
b) Uso moderado de los recursos naturales
5.2.2.- No adicción al uso de los vehículos de motor
5.3.- Romanticismo

6.- Heterosexualidad.


Si estás leyendo esto y eres mujer, agradeceré cualquier tipo de aportación o análisis de mi estudio.
Si estás leyendo esto, eres hombre y reúnes todas estas cualidades, ponte en contacto conmigo. Sé que existes y estás en algún lado.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Justificante de ausencia

Soy feliz.

Jodidamente pletórica. Ha llegado alguien especial a mi vida (por fin, pero eso da igual) y he dejado de destilar ácido por mis poros para empezar a segregar una melaza de dulzor insoportable. Esta felicidad eclipsa mis ataques de rabia contra el mundo y me resta inspiración para escribir entradas, de ahí mi prolongada ausencia bloguera. Normalmente sólo escribo del tirón, cuando algo me cabrea o me molesta especialmente, en un arranque de ira letal y desahogo. Eso de hacer borradores y pensar en nuevos temas de forma ordenada y que resulte interesante de seguir parece ser que no es lo mío; creed que lo he intentado, porque tener tan abandonaíto
el blog después de sólo unos pocos meses me parece una muestra más de mi ya conocida falta de constancia y eso me repatea.

Ante el yermo septiembre bloguero, he de asumir que se me está estropeando el cerebro de tanta endorfina y estoy comenzando a odiarme. Tanto alborozo y cómodo optimismo hace que se me oxiden las neuronas. Para que me entendáis, es como si a Bender le cambiasen la cerveza por mermelada de frambuesa. Empalagoso, ¿verdad? Aunque creo que los no-frikis seguiréis sin entenderme... pero podéis haceros una idea.

Comprended que quiera ahorraros tamaño sufrimiento.

Mañana escribiré más, pero advertidos quedáis del escaso interés del contenido.
No quiero lágrimas, que se me corre el rímel.