Después de un mes y medio de "Rodríguez" en casa (ya que mis padres y mi hermana son de los que sostienen que en pleno mes de Agosto donde mejor se está es en la casa de la playa) hoy he decidido poner una lavadora. Sí, yo solita. Y no he llamado a mi madre para preguntarle cómo.
A pesar de que tengo un fondo de armario considerable, la ropa limpia se me acabó hace una semana. Como es lógico lo solventé yendo de rebajas con tal de postergar el momento Jabón de Marsella.
Hoy ya era inevitable. El cesto de la ropa me mira desafiante, escupiendo mangas y perneras que le chorrean por la comisura de su sucia boca. Decido acercarme a él con valentía y empiezo a hacerle regurgitar prendas. En algún lugar de mi mente recuerdo que no se deben mezclar colores fuertes con claros y clasifico la emesis en dos montones: los tonos pastel a un lado, los nocturnos al otro. Mierda, ¿esto es oscuro o claro?
La lavadora me observa con su cara de bostezo contínuo mientras la alimento de prendas negras, azul marino, marrón... arriesgo añadiendo rojo y gris. Meto en el tambor ropa interior cutre, por necesidad. Los encajes y culottes de guerra los dejo para cuando mi madre vuelva. Prefiero pasar vergüenza que perder la poca lencería decente que tengo.
Ahora jabón. El lavavajillas no se queja cuando lo pongo en marcha a pelo, pero probablemente los restos de comida resecos en la ropa no sean tan agradecidos de lavar como los de la porcelana. Miro en derredor: Jabón de Marsella, suavizante. Meto un cacito de cada uno en los correspondientes orificios de la máquina. Parece sencillo.
Cierro la puerta y me enfrento a los botoncitos y ruedas que deben poner en marcha el aparato. Hay 20 programas diferentes de lavado, pero mi santa madre ha hecho una marca con rotulador negro señalando el que debo usar. Benditos superpoderes. Estoy en racha.
Tengo constancia de que la lavadora tarda más de una hora en hacer la digestión. Son las 18:30. Me marcho a hacer unos recados y me pongo la alarma para recordar que si no saco la ropa a tiempo, quedará arrugada como un paquete de pasas y me tocara usar la plancha, ese gran desconocido. En Agosto y a 42ºC. Glurp.
Bajo al estanco, recargo el bonobús. Paso por el súper, compro mayonesa ya que en mi nevera tengo hecha ensaladilla rusa desde hace dos días y no puedo comérmela porque cuando ya estaba todo cocinado descubrí que no había mayonesa; minipunto para mi memoria. Me acerco a mi antiguo lugar de trabajo a recoger unas cosas. Llego a casa y me pongo a bloguear.
Noto que tengo hambre, miro el reloj. Son las 20:45. Bueno, no he merendado, pero para lo que falta mejor me espero a cenar...
¡Mierda, la lavadora!
Quito la ropa acartonada de las cuerdas de tender, la dejo sobre el sofá lo más extendida que puedo para que no se arrugue. Me dispongo a desentrañar el maléfico tambor, al menos huele bien.
Tiendo la ropa negra, azul marino y marrón.
Tiendo mis vaqueros rojos.
Tiendo mi sujetador rosa... espera, ¿desde cuándo tengo un sujetador rosa?
Malditos vaqueros rojos, ¿por qué destiñen ahora? ¡si los tengo más de un año, los he lavado trillones de veces!
En fin... ahora tengo una hermosa camiseta gris rosado, una camiseta azul marino con rayitas rosadas y una preciosa colección de cutrebragas rosas para alegrar esos días del mes.
No puedo esperar a que me venga el periodo para sentirme femenina. Qué entusiasmo.
¿Quién decidiría que el rosa es el color "femenino" y el azul el "masculino"? Porque, evidentemente, sea quien fuere su propuesta ha llegado lejos. Y no veo ninguna relación física o biológica entre colores y sexos.
ResponderEliminarCreo que el lavado de la ropa debería ser enseñado de forma organizada, programada y elaborada, para no dejarlo en manos del criterio individual, y no siempre riguroso, de cada madre (porque sí, desgraciadamente las mujeres siguen soliendo copar esta tarea y su dominio). Pero lo que más debería cambiar, sin duda alguna, son las lavadoras en sí. ¿Por qué carajo ponen en la mayoría programas a 60 o 90 grados, si por eficiencia y resistencia de los materiales, cada vez se tiende a lavar más cosas en frío? Es decir, no pasar de 30 grados... Como mucho, 40 para las toallas y según qué ropa muy sucia, y muy basta. Es algo que hace tiempo que me pregunto, y cuantas más vueltas le doy, más absurdo me parece.
Según Wikipedia:
ResponderEliminarEn la antigüedad se asociaba el color blanco (o azul) al género masculino, por sus connotaciones celestes y espirituales; mientras que el rojo, el violeta y el rosa simbolizaban lo femenino, la sangre, lo terrenal.
http://www.blogolengua.com/2010/01/azul-y-rosa-ninos-ninas.html
ResponderEliminarAquí le dan unas cuantas vueltas más al tema cromático.
Gracias por la información. De todas formas, mi objetivo no es otro que superar las estupideces sexistas.
ResponderEliminarOye, que la ropa interior rosa tiene su aquel. Le añades unas coletitas, una faldita tableada, y a presumir de fetichismo teen-school.
ResponderEliminarQue conste: yo he vivido amargas experiencias con el color y con las temperaturas (me cargué dos jerseys geniales, que tras el lavado no le valían ni a mi hermano pequeño)
Esta es la prueba que la sobre-protección materna en las familias burguesas (¿hasta los veinti-muchos no has tenido que poner ninguna lavadora?... sin palabras) produce hijos retrasados. Es de risa que se diga que existe una brecha tecnológica generacional, cuando los hijos no son capaces ni de poner una lavadora. Lo que existe es una brecha profundísima de tontería.
ResponderEliminarMarx se equivocaba: la toma del poder del proletariado se producirá porque las generaciones filiales burguesas se ahogarán en su propia mierda (pero después de ir de compras, claro).
:)
ResponderEliminara quién no le ha pasado eso alguna vez?? la próxima, la ropa de color, con agua fría... ;)
saludos
Tendré que pasarme al look colegiala, de nuevo.
ResponderEliminarSinceramente ni idea de si el programa era de agua caliente o fría.
Querido Chelomei, en primer lugar no tengo veintimuchos, sino apenas veinti. En segundo lugar, he vivido un año independizada hasta que el paro me hizo volver a casa. Te aseguro que en ese año puse cientos de lavadoras sin ningún incidente, pero no todos los modelos y marcas funcionan igual. De todos modos, muchas gracias por tus halagos y la admiración de mis habilidades. Yo también admiro tu gran capacidad para interpretar el sarcasmo, la hipérbole y el humor.
Pues parece que lo de vivir sola se te daba igual de bien que lo del humor.
ResponderEliminarY sí, todos los modelos y marcas funcionan igual. Como ya ha dicho ahí arriba algún amigo de esos condescendientes tuyos, el secreto está en lavar con agua fría.
Es probable que no tenga mucha habilidad para interpretar el sarcasmo y la hipérbole; pero suelo salir del paso con mi habilidad para reconocer el onanismo "intelectual". Y este "relato", como los anteriores, es masturbación a manos llenas.
Nadie te obliga a leer si tanto ofende tu intelecto.
ResponderEliminarGuau, incluso te creas tu propia ropa... jajaja
ResponderEliminar(K)
Que previsible. Ya tenía preparada la contra-réplica: nadie me obliga a leer, es cierto, pero tampoco nadie me impide opinar (si acaso, me puedes impedir plasmarlo aquí). Como soy tan libre de leer como de opinar, pues leo porque me apetece, y opino lo que me da la gana. En realidad quien no acepta su responsabilidad eres tú: yo admito que sí, que libremente he leído esa caca; asume tu la responsabilidad de haberla publicado. Leer tu basura no es una relación contractual con arreglo a la cual está prohibido criticarla.
ResponderEliminarUn saludo. Lamento no saber besarte el culo.
Tranquilo, no me malhumoras.
ResponderEliminarLa primera que reconoce que no va a escribir un nobel de literatura soy yo, poniendo como título a mi blog "Basura mental". Escribo porque no quiero pensar, cada cual tendrá sus motivos.
Si quisiera escribir cosas profundas, lo habría llamado "Navegante del tiempo" o algo por el estilo, ¿no crees?.
No necesito que me besen el culo, pero puedes volver cuando quieras cabrearte con la inutilidad de la juventud y lo necios que somos los mortales.
De nuevo previsible: en mi espacio no escribo nada, tan sólo propongo fragmentos de... digamos, para abreviar, filosofía política. En todo caso no hay nada original mío. Y ello por una razón fundamental: publicar algo personal es un ejercicio inmenso de vanidad. Es suponer que lo que escribes es, como mínimo, a) original b) interesante ... y al ser algo personal cualquier crítica será a tu persona (que es lo que ocurre aquí, de ahí la ofensa). Por tanto, para arriesgar tu orgullo debes de tener muy claro que lo que escribes es la repanocha (de ahí que sea un ejercicio de vanidad). Yo no tengo un ego tan grande. Bueno, a decir verdad, aunque lo tuviera, lo cierto es que tampoco tengo la habilidad.
ResponderEliminarPor otra parte, decir que escribes para no pensar... bueno, las personas que no piensan tienen un nombre.
Por lo demás, es altamente probable que sea más joven que tú. No me cabreo con los jóvenes, sólo con la moda esa de creerse especialmente especial especialísimo. Aunque todo el mundo se cree, en alguna medida, especial (es normal, vivimos hacia fuera... no vivimos en el cuerpo de otro).. en las últimas generaciones parece que todos se creen un granito de arena único y brillante en la arena. La prueba suele ser una autodenominación referida a algún tipo de "tara" mental: se dicen paranoicos, anti-sociales, ciclotímicos, ... Esto ocurre de forma más acusada en los hijos de la burguesía. El capital cultural que "heredan" les hace pensar que su sensibilidad hacia el mundo es única. Se sienten los únicos despiertos de una sociedad dormida, alienada. Es de risa.
Bueno, eso es todo de momento. Un saludo
Bueno, seguramente no es necesario.. y me arriesgo a que sólo te centres en esto último, pero aclararé lo siguiente: lo del título de tu blog es un seguro de vida ante tipos como yo. "¿que esperabas si ya en el título pone que encontrarás 'basura'?" (de ahí la previsibilidad que comentaba antes). Pero, obviamente, cuando publicas algo lo haces porque supones que es digno de ser leído. Hasta tal punto que, como he dicho, en ello te juegas la legitimidad de tu propia personalidad. Ya sé que tú sabes que no escribes un nobel, pero aspiras a ello.
ResponderEliminarSi realmente pensase que tengo una tara mental, no escribiría nada que pudiera perjudicarme. Iría a un psicólogo o a un psiquiatra.
ResponderEliminarNo me considero especialmente inteligente y en absoluto culta, aunque viendo lo que hay a mi alrededor la mayoría de mis coetáneos ni siquiera podrían escribir algo tan intrascendente como lo que yo hago, por el simple hecho de no escribir. Si tú perteneces a la élite, me alegro y siento no estar al nivel.
Y oye, soy tan libre de publicar mis pajas mentales como tú de leerlas y criticarlas. Será mierda, pero es mi mierda y cierta estima le tengo. Por algún lado tiene que salir o me estalla la cabeza. Y si algún descerebrado como yo esboza una sonrisilla leyendo (de o conmigo) perfecto.
Yo no juzgo tu grandilocuencia pues eres tan libre como yo. O más.
Y no es que no piense, todo lo contrario. Mi vida real tiene demasiadas complicaciones y abstraerme de ella diez minutos contando que se me ha desteñido la ropa me ayuda a desconectar y reírme un poco de mí misma, que nunca viene mal.
ResponderEliminarBueno, solo dos o tres cosas rápidas:
ResponderEliminar1) Cuando dices que tienes una tara mental obviamente no te refieres a estés enferma, sino a que eres especial, especialísima, incomprendida. De hecho vuelves a hacer hincapié: "si algún descerebrado como yo..." (Te sobre-estimé, creí que esto no habría ni que decirlo).
2) "viendo lo que hay a mi alrededor la mayoría de mis coetáneos ni siquiera podrían escribir algo tan intrascendente como lo que yo hago" Pocas manifestaciones tan brutales de egocentrismo he leído en mi vida. Lo cierto es que todos tus coetáneos podrían escribir las chorradas que tu escribes, pero tienen vergüenza y no son tan presumidos y egocéntricos como tú. Precisamente esa es mi tesis.
Mira, más egocentrismo: "Mi vida real tiene demasiadas complicaciones..." Hay, madre, pero qué especial eres.
3) Yo no pertenezco a ninguna élite. Soy un trozo de caca tan grande como cualquiera. Puedes juzgar mi "grandilocuencia": como no me considero grandilocuente no creo que me de por aludido.
Lamento que al final no hayan sido tan rápidas, las cosas. Puedo resumirlo todo en que con tu comentario anterior me das la razón en todo.
Un saludo
Tan grandilocuente tú como egocéntrica yo. El mismo camión que cargaba mi autoestima carga tu razón.
ResponderEliminarEn mi blog puedo permitirme ser todo lo que no soy en la vida física.
Y me alegro de que en tus círculos yo pueda ser considerada poco o nada inteligente, porque si te movieras en los míos yo te parecería superdotada y creo que eso mucha gracia no te haría.
Tus amigos pueden estar satisfechos: los acabas de llamar imbéciles de forma directa y sin remilgos. Además he de decirte que la gente no llega a los lugares por casualidad. Si perteneces a un círculo de idiotas será por algo. Nuevamente te crees especial entre los de "tu círculo".
ResponderEliminarPero es que además:
"En mi blog puedo permitirme ser todo lo que no soy en la vida física". Intentemos desentrañar el significado de esa frase. En la vida física, digamos, algo te constriñe que no te deja "ser". En el blog das rienda suelta a ese "ser", ehm... coartado. Dejando de lado las razones, podemos concluir que tu "auténtico yo" es el del blog. Me ahorraré los juicios sobre si eso es bueno porque ya lo he hecho más arriba. Hago este desarrollo porque pareciera que con esa frase quisieras decir precisamente lo contrario, esto es, que no tienes autoestima. Cuando tu autoestima no se carga con un camión, sino con un petrolero (a falta de un vehículo mayor).
Por último, en mis círculos no se juzga a la gente por su supuesta "inteligencia". Ya veo que en los tuyos sí (y tu sales bien parada, parece).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPues eso, que tienes toda la razón.
ResponderEliminarMenos mal que tuve la idea de abrir el blog, así personas como tú que me conocen mejor que yo misma podeis explicarme las cosas de forma que mi limitada cognosis las pueda concebir.
Toda la vida pensando que carezco de autoestima y viene a resultar que soy divina. Y encima idiota por no darme cuenta.
no te conozco mejor que tú misma. Si repasas todo el hilo hasta aquí, me he limitado siempre a lo que tú has dicho con anterioridad. Como no has podido rebatirme, ahora me dejas por loco con afirmaciones como "pues sí, será que me conoces mucho".
ResponderEliminarEl pensar que se tiene una baja autoestima es síntoma precisamente de tenerla alta. Porque lo que se piensa en realidad es "con lo fantástica que yo soy, cómo es que no tengo una autoestima mayor". Las personas con una baja autoestima, precisamente por eso, no reflexionan sobre su autoestima, piensan que está todo en orden; pero tú concluyes que no tienes SUFICIENTE autoestima. He ahí la diferencia. El nivel de autoestima no se descubre mediante un diálogo contigo misma. Eso es, nuevamente, masturbación.
O sea, que sí, que eres divina. Divina y presumida. Pero no eres idiota, porque sí te habías dado cuenta. Hasta tal punto que crees que deberías amarte mucho más de lo que te amas, habida cuenta de lo rematadamente maravillosa que te supones.
Un saludo.
Ah! y me ha gustado mucho el aplastante argumento de "(...) podeis explicarme las cosas de forma que mi limitada cognosis las pueda concebir". Es la famosa táctica dialéctica de "claro, como el luisma es tonto..."
ResponderEliminarSchopenhauer estaría impresionado.
Bueno, visto así no puedo ganarte la batalla dialéctica. Touchez.
ResponderEliminarSólo dos cosas:
1- En serio no pienso que tenga una alta autoestima, pero si efectivamente es así me acuesto más feliz hoy.
2- Encantada de discutir contigo. Aporta más una buena crítica que una buena paja, por muy onanista que sea el blog y por consiguiente yo misma.
Un saludo :)
...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
TE SIGO TU BLOG
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
AFECTUOSAMENTE
PARANOICA
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Vaya, gracias.
ResponderEliminarPasmada me hallo.
Pues vale. Gracias, supongo. En realidad no creo que mi crítica sea buena. No era esa mi pretensión, al menos. Tan sólo aspiro a tener razón. Mi ego se alimenta de ello. Es una cuestión de orgullo. Ya ves, por si quedaba alguna duda, que no soy mejor ni distinto a ti, ni a nadie. Somos el mismo trozo de materia orgánica en descomposición. Creerse especial es la expresión más alta de alienación, lo cual sólo conduce a la más profunda anomía.
ResponderEliminarCarl Sagan decía: "Los seres humanos nos empeñamos en buscar y remarcar las diferencias entre nosotros, adoramos sentirnos individuos únicos; pero nos estremecemos ante el descubrimiento de similitudes con otras personas."
Espero que no te hayas dejado avasallar por alguno de los comentarios y sigas escribiendo, me encantaba.
ResponderEliminarSaludos.
Tranquilo, sigo viva y con ganas de escribir.
ResponderEliminarSólo es la vagancia vacacional, volveré en septiembre.