jueves, 28 de octubre de 2010

Reflexiones sobre lo femenino (II)



LAS TÍAS BUENAS

En otro rato de aburrimiento y reflexionando sobre lo que se considera femenino, he ido a parar a webs de todo tipo. Me he visto obligada a llegar a la conclusión de que para el mundo sólo es característicamente femenino parir y follar. Basta buscar "Femenino" en Google imágenes. Pues vaya.

Esquivando las webs de contenido pornográfico o puramente biológico, me han llamado especialmente la atención dos páginas: una de contenido religioso donde se enumeran varias cualidades que la iglesia ha atribuido como propias de la mujer y otra de videojuegos, donde se hace hincapié en los rasgos físicos femeninos que resultan sexualmente atractivos a un hombre.

Empezaré mi análisis barato de este contenido. Al parecer, si quisiéramos construir a la Afrodita del siglo XXI tendríamos que compilar los siguientes atributos:


1 -Rostro delicado
. ¿Qué entendemos por delicado? Me acojo a la acepción 7, aunque en la actualidad parece que está de moda la segunda.

2- Ojos grandes
. Supongo que grandes con moderación. No acabo de ver a Marge Simpson como icono sexual, aunque obviamente mucha gente sí. Además de grandes, su forma debe ser rasgada sin llegar a ser completamente orientales. Célebre la mirada miope de Marilyn Monroe, supongo que nadie puede discutirme eso.

3- Nariz pequeña
. Y recta y respingona. Una nariz curva es más propia de un hombre fuerte y varonil que de una princesa. Y eh, todas queremos ser princesas...

4- Labios grandes.
Aquí nos referimos a los de la boca. Si esperabas otra cosa, ve al punto 12.

5- Quijada pequeña.
Supongo que por eso hay muchos que adoran a Scarlett Johansson con su carita ovalada. Para mí, aunque sea un rasgo masculino, no hay nada más erótico que una mandíbula marcada. Véanse Demi Moore, Olivia Wilde, Angelina Jolie y Emily Deschanel.

6- Cuello delgado.
Y sin colgajos. Richard Fish ha aportado este punto*.

7- Hombros pequeños.
En su justa medida. Está claro que Michael Phelps hace las delicias de muchas, pero parece ser que a Gemma Mengual no le ocurre lo mismo con el sexo opuesto. En todo caso, prefiero la proporción "reloj de arena" que cualquiera de los triángulos.

8- Brazos y manos delgadas. Porque todos odiamos el adiós.

9- Tetas grandes con pezones grandes. Ahí estamos, para no olvidar que la Venus de Willendorf sigue en nuestra mente por muchos millones de años que hayan pasado. Todo un clásico.


10- Torso pequeño y abdomen plano
. Respetando las proporciones naturales: que sea menuda y delgada. Pero con las tetas grandes.

11- Grandes caderas y culo redondeado
. Ojo, no olvidemos que esta lista de atributos sale de una revista de videojuegos, donde caderas "grandes" son esto y no esto. Aunque las proporciones sean las mismas, en la vida real es el rasgo femenino que menos agrada. Y si no me creéis, buscad algún plano de "Entre fantasmas" en el que Jennifer Love-Hewitt aparezca de cuerpo entero. Difícil, ¿verdad?

12- Vulva sobresaliente con labios mayores gruesos y menores delicados
. La queremos sexualmente activa pero virginal. Para aquéllos que no entiendan cómo algo tan íntimo puede ser determinante en un primer encuentro, les sorprenderá conocer que existen instrumentos tan discretos como este para ir proclamando tu sexualidad con unos buenos pantalones de sordomuda (sí, de esos en los que se leen los labios).

13- Piernas curvilíneas
. Infinitamente largas, a lo dibujo manga.

14- Pies pequeños y delgados.
Porque es lo que necesita una mujer alta, pies pequeñitos para poder andar con gracia. Al más puro estilo chino, para que no pueda huir de de los hombres.


Básicamente, una tía buena es un contraste de tamaños.
Muchas de nosotras hemos pasado etapas de nuestra vida obsesionadas con el tamaño de alguna parte de nuestro cuerpo, por exceso o por defecto. Personalmente, después de haberme torturado mucho en mi adolescencia para ajustarme a cánones imposibles, ahora disfruto de mi cuerpo. Si alguna de mis lectoras no puede afirmar lo mismo con rotundidad sólo tengo un consejo: es preferible una visita al psicólogo que al cirujano. Y más económico.

Para todo lo demás, Photoshop.


* Si has entendido esta referencia, debes saber que eres un poco friki.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Colegas de toda la vida


El PPN vuelve a las andadas.

Para mí, este chico es un misterio. O simplemente gilipollas. Después de haber hecho que me obsesionara con él hasta el límite de la alucinación para pasar a ignorar mi existencia y volverme loca, hemos entablado alguna conversación vía Messenger. Preguntaréis "¿y por qué no lo eliminas de tu lista de contactos?" pues porque tengo la vaga esperanza de que algún día se haga justicia divina y el chico en cuestión se dé cuenta de que me ha tratado mal y no sabe lo que se pierde. Sé que es una gilipollez, pero es lo que tiene conservar la fe en la humanidad. Craso error.

Desde que decidió ignorarme, lo he visto en dos ocasiones:

La primera, un lunes a las 2:30 de la madrugada. Digamos que después de una conversación subida de tono me picaba la entrepierna, pero más me picaba saber hasta qué punto el susodicho era capaz de abandonar el calor de su cama para venir a calentar la mía. Teniendo en cuenta que al día siguiente él tenía que madrugar y que para llegar a mi casa ha de recorrer unos cuantos kilómetros, me sentí con un poder sobrehumano por ser capaz de hacerle venir. La parte maléfica del plan era no abrir la puerta y dejarlo con las ganas, pero me pudieron las mías.

La segunda, un sábado etílico en la discoteca donde fuimos a celebrar el cumpleaños de Pasteloso. Yo, con la seguridad en tí misma que te dan unos tacones de 12 centímetros, un buen maquillaje y unas cuantas copas de vodka, me acerqué a saludarlo cordialmente en plan "mira qué superado tengo que pasaras de mi cara". Me dió dos besos y cruzamos cuatro palabras. Después descubrí que Pasteloso lo miraba con cara de pocos amigos desde la lejanía y el chico estaba acojonado. Pues vaya policía de mierda estás hecho.

Quitando estas dos ocasiones y dado que mis obsesiones habían encontrado alguien mucho más digno de ellas, la historia quedó bastante aparcada. Es decir, no supe de su existencia durante meses. Hasta ayer.

Facebook tuvo a bien avisarme de su cambio de estado sentimental. ¿El PPN tiene novia? Pues sí que ha cambiado el mundo... dejé un comentario "felicitándolo". Con mis mejores deseos.
Yo y otras 5 mujeres más. Qué tristes somos...

Esa misma noche oí la campanita del Messenger y cuál fue mi sorpresa al ver que era el PPN saludándome. ¿Y a este qué tripa se le ha roto ahora? Pedía disculpas por haberse ausentado tanto tiempo, pero se le había estropeado el ordenador y blablabla... toneladas de excusas baratas. Eso era de esperar, de donde no hay no puede sacarse. A continuación empezó a contarme cuán feliz era con su nueva novia, que lo centra mucho y que tiene ganas de sentar la cabeza. Patidifusa me hallo.

Lo que me desconcierta es en qué momento dejé de ser el polvo fácil y me gané el puesto de amiga quitapenas. ¿Eso no pasaba sólo con los hombres respecto a las mujeres?

En fin, colegas de toda la vida.

PD: Lo siento por el alarde de creatividad con el paint, intentaré no repetirlo demasiado a menudo.

Cuando la inspiración falla

El universo blog mola. Y si no estáis de acuerdo, no sé qué haceis leyendo esto.
Lo que no mola es no tener nada lo suficientemente interesante que contar. Admiro a esos artistas de lo banal que son capaces de volver interesante cualquier anécdota para sacar todo un monólogo de ellas.

Yo tengo pavor al folio en blanco, me siento miserable y hasta culpable por no cumplir esta especie de compromiso conmigo misma que resulta tener un blog y ser incapaz de alimentarlo para que siga vivo. Otra muestra más de mi falta de constancia.

Sin embargo, consuela saber que no soy la única a la que le ocurren estas crisis de inspiración. Mola ver que hay otros blogueros de recurso fácil cuando las musas no están de su parte. Envidio de forma malsana el éxito de la Doctora Anchoa al captar tanto lector activo con sus concursos. Yo no tengo esa creatividad, es más, carezco del nivel de gafapastismo suficiente como para pensar siquiera en participar en ellos.

Así que voy a caer en el recurso fácil. Me auto-nomino a un meme, extraído del blog de Pétalo. Y estoy tan vaga que voy a copiarle hasta el formato. Triste Paranoica, asúmelo.


A: Animales. I love bichitos peludos.
B: Blog. Me has sacado de la auto condescendencia para llevarme a la vida real. Gracias.
C: Casa. No se está mejor en ningún sitio. Bueno, en la cama, pero también empieza con C.
D: Dinero. Fuente de todo mal, pero cuántas alegrías da tenerlo.
E: Enfermería. A ella me consagro y a ella me resigno.
F: Farmacología. Alias "le pongo nombres raros a todo, porque sí". La tortura de mis estudios.
G: El dichoso punto Gräfenberg. Algún día te encontraré y pienso desgastarte.
H: Hombres. Nada es tan bueno y tan malo como vosotros para mi salud.
I: Ignorancia. Demasiadas veces, la clave de la felicidad.
J: Joder. La única palabrota que pronuncio todos los días. Cosas del subconsciente.
K: Kilos. Cuando están en tu báscula y no en tu cuenta corriente, un problema.
L: Lágrimas. La mejor terapia. Aunque molan mucho más cuando son de felicidad.
M: Música. Para reír, para llorar, para gritar y para bailar.
N: Nieve. Ya la conocéis.
O: Ojos. Me encanta mirar los de la gente, dicen mucho más que las palabras.
P: Pasteloso. Comenzó como "El memo", hasta que el amor me hizo ver que no era apropiado.
Q: QWERTY. Me encanta cómo suena el nombre del teclado.
R: Risas. Sentido del humor. Acidez. Sarcasmo. Ironía. Lo único mejor que el sexo.
S: Sexo. Todo lo mueve, es el tema de conversación por excelencia.
T: Traición. Lo único que no perdonaré nunca.
U: Universitarios. Los odias cuando te rodean y los añoras cuando ya no estás.
V: Valencia. Es la tierra de las flores, de la luz y del color... y mi tierra.
W: Sólo se me ocurre whiskey. Diremos Wodka, seguro que existe en algún idioma.
X: Señala el tesoro. Sólo falta encontrarla y escabar.
Y: Yo. El centro de mi vida, aunque a veces no me entienda.
Z: Zapatos. Tengo miles y quiero más. Siempre quedan bien, a pesar de K.

martes, 26 de octubre de 2010

Reflexiones sobre lo femenino


Nunca me he sentido especialmente femenina. Aclaremos que siempre me ha encantado ser mujer y pocas veces he renegado de mi sexualidad, mi cuerpo y mis atribuciones biológicas; pero no me considero un estandarte de lo que se atribuye como femenino en los roles sociales.

Tal vez tiene algo que ver con mis ganas de llevar la contraria y salirme de la norma, esa falsa rebeldía que tanto defiendo pero que soy demasiado cobarde para ejecutar. Las características femeninas como contraposición a lo masculino que hemos heredado de la cultura judeocristiana me parecen demasiado cursis y kitsch para representar a la mujer actual. No me siento delicada, familiar y discreta. Nunca he imaginado mi futuro como una esposa fiel o una madre abnegada. No me considero una chica inocente y sumisa, aunque es muy probable que sea ambas cosas mucho más de lo que me gusta reconocer.

Porque tampoco soy partidaria del contrapunto actual. La idea que se tiene de una mujer independiente y liberada es básicamente una fotocopia del rol masculino, con todos sus defectos y con las incongruencias que conlleva una mala imitación. Juzgamos a los hombres por tratarnos como objetos y ocultar su sensibilidad, pero hemos acabado copiando ridículamente esas actitudes que en ellos tanto odiamos. Una despedida de soltera con stripper hace 50 años era algo impensable y hoy en día es tan típico que parece que no lo estés haciendo bien si no sigues al rebaño de machas. Me parece tremendamente absurdo.

No hemos de elegir obligatoriamente entre ser femeninas o ser feministas. Sólo hemos de ser lo que queremos ser.

A mí me gusta ser mujer, con mis virtudes y mis defectos.

martes, 5 de octubre de 2010

Requisitos imprescindibles del hombre diez

Queridos lectores, escarabajos y escarabajas. Tenía una entrada preparada para publicar hoy, pero no me ha parecido suficientemente jugosa después de un dilatado periodo de espera y he decidido desempolvar algo que venía rumiando desde hace un tiempo.

Haciendo un duro análisis introspectivo y numerosas entrevistas nada fiables a las féminas solteras de mi alrededor, llego a la conclusión de que hay ciertas cualidades sine qua non plantearse tener una relación de cualquier tipo con un hombre es simplemente imposible. Hay ciertos puntos básicos, las ramas de ese árbol que cada una va personalizando hasta conseguir la plantilla de cómo esperamos que sea la persona con la que queremos compartir la vida. Os hago una ligera pero detallada enumeración de cualidades:

1.- Inteligencia.
1.1.- Nivel cultural similar al de la interesada
1.1.1.- Conocimiento y uso de las normas de ortografía
1.1.2.- Capacidad para mantener una conversación a nivel humano
1.2.- Sentido del humor
1.2.1- Habilidades para el uso del sarcasmo y la ironía
1.3.- Habilidad amatoria
1.3.1.- Conocimiento básico de la anatomía femenina
1.3.1.- Uso y disfrute del sexo más allá del coito

2.- Sinceridad.
2.1.- Fidelidad

3.- Atractivo físico.
3.1.- Juventud
3.2.- Estado óptimo de salud
3.3.- Condiciones higiénicas dentro de la salubridad
3.4.- Nivel aceptable de preocupación por su estética

4.- Responsabilidad.
4.1.- Independencia económica
4.1.1.- Aceptación del nivel adquisitivo
a) Vivir al nivel de sus posibilidades
b) Capacidad de distinguir entre "excesivo" y "cutre"
4.2.- Aceptación de obligaciones y derechos
4.2.1.- Cooperación en las tareas domésticas
4.2.2.- Asunción activa de la paternidad

5.- Sensibilidad.
5.1.- Empatía
5.1.1.- Capacidad de escuchar
5.1.2- Consideración con los niños, animales y otros seres "inferiores"
5.2- Inquietud ecológica
5.2.1- Respeto al entorno
a) Aptitudes para el reciclaje
b) Uso moderado de los recursos naturales
5.2.2.- No adicción al uso de los vehículos de motor
5.3.- Romanticismo

6.- Heterosexualidad.


Si estás leyendo esto y eres mujer, agradeceré cualquier tipo de aportación o análisis de mi estudio.
Si estás leyendo esto, eres hombre y reúnes todas estas cualidades, ponte en contacto conmigo. Sé que existes y estás en algún lado.