jueves, 28 de abril de 2011

Opositando


Hoy, en un arrebato de locura, me he inscrito en uno de los mayores circos de mamoneo existentes: las oposiciones autonómicas de mi comunidad.

Según reza la convocatoria -que por cierto lleva esperando ser abierta para inscripción desde el año 2007- se deben proveer 500 plazas de enfermera para todas las instituciones sanitarias de la Agencia Valenciana de Salud. Así a botepronto a una se le alegra el cuerpo: ¡500 plazas! pero al continuar con la lectura las esperanzas van menguando poco a poco.

"Se establece una reserva de 175 plazas para ser cubiertas por el turno de promoción interna. (...) Considerando el número de plazas convocadas se realiza la reserva de 25 plazas para quienes tengan la condición legal de persona con discapacidad, con grado igual o superior al 33%."
Así que de las 500 plazas iniciales, quedan 300 plazas libres a las que realmente pueda acceder.
Sigue siendo un buen número, así que continuaré con mi lectura a ver cómo funciona esto del concurso-oposición.
"La fase de oposición supondrá la realización por los aspirantes de dos ejercicios. El primer ejercicio consistirá en la contestación por escrito, en el plazo máximo de una hora, de un cuestionario sobre los 38 temas que se incluyen como anexo II: normativa general, normativa sanitaria común, informática y temario específico de la categoría. El cuestionario será tipo test en forma de preguntas con cuatro respuestas, de las cuales solo una será la correcta. Cada pregunta respondida incorrectamente descontará un tercio de una pregunta contestada correctamente. (...) El segundo ejercicio, de carácter práctico, tendrá como finalidad valorar las aptitudes, destrezas y capacidad profesional de los aspirantes en relación a las funciones propias de la categoría a la que optan, y versará sobre los 25 temas del temario específico de la categoría. (...) La puntuación máxima en la fase de oposición será de 100 puntos, correspondiendo 50 puntos a cada ejercicio. Se considerará aprobado en cada ejercicio, siendo ambos eliminatorios, al aspirante que obtenga como mínimo 25 puntos."
Así que son dos exámenes tipo test con cuatro alternativas, ni más ni menos. Cada tres mal resta una bien, tipo carnet de conducir, si no recuerdo mal. El primer examen será del temario coñazo, la legislación, la Constitución y todo eso que nadie quiere leerse, así se quitan de un plumazo a unos cuantos cientos de opositores cazafortunas que simplemente probaban suerte. Menos exámenes que corregir para la segunda tanda, que aparentemente será de contenido mucho más sencillo ya que es el que los profesionales manejamos día a día en nuestro trabajo (o deberíamos).

Los exámenes son corregidos por un Tribunal de profesionales con igual o superior rango, que en todas las oposiciones acaban por impugnar tropecientas respuestas por no ser suficientemente claras, dar lugar a ambigüedades o, lo que es más probable, porque interesa que Manolito el sobrino de Rita apruebe el examen.

Suponiendo que nos beneficia el criterio corrector y aprobamos ambos exámenes, pasaríamos al concurso de méritos, que es lo que me pone realmente enferma.
"En la fase de concurso, a la que sólo accederán aquellos aspirantes que hayan superado la fase de oposición, se valorarán los méritos según el siguiente baremo:

- Formación académica, hasta un máximo de 10 puntos
Asignaturas troncales: 5xMatrícula...4xSobresaliente...2xNotable
Estudios de doctorado, hasta 5 puntos

- Formación especializada, hasta un máximo de 30 puntos
Tener otro título universitario o de FP relacionado, 10 puntos
Tener una especialidad de Enfermería, 15 puntos
Tener un máster, 2 puntos (hasta 8 puntos)
Hacer un cursillo, 0'10 puntos/hora (hasta 6 puntos)

- Experiencia profesional, hasta un máximo de 45 puntos
En la misma categoría, 0'30 puntos/mes
En cargos de mando, 0'20 puntos/mes
En distinta categoría, 0'15 puntos/mes
En cooperación internacional, 0'15 puntos/mes
En la misma categoría (para otra entidad pública), 0'05 puntos/mes

- Otras actividades, hasta un máximo de 10 puntos
Por la realización de trabajos científicos y de investigación, hasta 6 puntos
Profesor asociado, o titular o catedrático, hasta 2 puntos (0'5 por curso)
Por formar parte de comisiones clínicas de control de calidad acreditadas en instituciones sanitarias públicas, con certificación emitida por el director
de las mismas, hasta un máximo de 1 punto (0,25 puntos/año)
Por actividades como tutor de residentes, disfrute de becas de estudio y/o investigación, así como por reunir otros méritos o haber realizado actividades relevantes relacionadas con la especialidad, no previstas en los apartados anteriores, hasta un máximo de 1 punto.

- Conocimientos de valenciano, hasta un máximo de 5 puntos
Certificado de conocimientos orales: 2 puntos.
Certificado de grado elemental (ESO): 3 puntos.
Certificado de grado medio (Bachillerato): 4 puntos.
Certificado de grado superior: 5 puntos. "

Cosas que me indignan de la fase de concurso:

Cada nueva convocatoria cambian los méritos a baremar, según los Manolitos que quieran que consigan plaza. Esto significa que, por ejemplo, yo me saqué la carrera con la punta de la nariz porque las notas nunca se habían tenido en cuenta para nada, simplemente aprobar servía. También comencé la Diplomatura en Nutrición y Dietética y abandoné sin terminar porque no se tenían en cuenta otros estudios y sabía que de nutricionista no iba a tener más trabajo que de enfermera. Fallo mío, por vagancia y exceso de confianza, pero son puntos que me pierdo y que podría tener. ¿Por qué las asignaturas optativas no se tienen en cuenta? ¿Y las aprobadas con "Bien"?

En España el doctorado en Enfermería es como Bin Laden, existe pero nadie lo ha visto. Es un logro prácticamente imposible de conseguir. Son 5 puntos menos a los que aspirar, yo y todos.

Lo de los cursillos es otro negocio. Cada año cuentan los que ellos quieren, los de las empresas que ellos quieren, los que avalan las academias que ellos quieren, según duración y por supuesto según precio. Aquí no hay nada gratis.

Me cabrea sobremanera que de 100 puntos posibles, 45 sean experiencia profesional en entidades públicas. Eso significa que, de entrada, cualquier persona que haya trabajado 12'5 años como funcionario tiene más opciones que cualquier otro candidato de conseguir trabajo fijo, por mucho que éste hubiese preparado la oposición o aunque su formación académica fuese brillante. ¿Así se fomenta el empleo joven? ¿La profesionalidad? ¿La competencia científica?

Cabe apuntar que como experiencia profesional solamente tienen en cuenta la que hayas trabajado en instituciones públicas de la Comunidad Valenciana. Si has trabajado toda tu vida para empresas privadas, para ellos no tienes ninguna experiencia experiencia profesional. Si has trabajado para entidades públicas de otras comunidades autónomas, lo puntúan la quinta parte (0'05 vs 0'30 puntos/mes trabajado).

Así lo que conseguimos es convertir la sanidad pública en la senda de los elefantes, de la eterna ignorancia, donde siguen practicándose técnicas arcaicas y las ganas de aprender e innovar son nulas. Los pocos jóvenes que, siempre por enchufe, consiguen entrar en la bolsa de contratos eventuales de duración inferior a 6 meses que cubre bajas y sustituciones (bueno, eso antes de la crisis, ahora esas minuncias se solventan con el personal de plantilla y no se contrata a nadie extra que sino generamos empleo) entran en contacto con estos dinosaurios de la profesión y desaprenden todo lo aprendido durante la carrera porque se ven forzados a utilizar sus mismos métodos anticuados si quieren agradarles y tener alguna oportunidad de que les vuelvan a contratar.

Las empresas privadas nos ofrecen contratos de mierda, sueldos muy inferiores y condiciones laborales paupérrimas, pero al menos no imposibilitan la entrada de la juventud al mundo laboral.

Las últimas oposiciones tuvieron lugar en 2005, antes de que las universidades privadas abrieran negocio en Valencia. Ofertaban 120 plazas y se presentaron 720 candidatos. La asignación de plazas todavía no se ha realizado.

Pensándolo bien, opositar es abocarme a la frustración, pero por intentarlo no pierdo nada. Bueno sí, pierdo exactamente 17'21€ que es lo que cuesta el derecho de examen, más el tiempo que invierta en desplazarme a las distintas entidades a las que he de dirigirme para hacer los trámites necesarios para inscribirme y poder examinarme después.

Teniendo en cuenta que en mi comunidad hay 6 universidades entre privadas y públicas que ofertan estudios superiores de Enfermería con unos 200 alumnos por promoción, somos 1200 nuevos titulados los que cada año salimos a un mercado laboral cada vez más escabroso, sin contar los que llegan de otras comunidades autónomas y países.

Lo único que veo claro es que a casi 20 euros por cabeza y sin haber designado ningún titular todavía, al gobierno valenciano le sale rentable convocar oposiciones justo antes de las elecciones autonómicas para rellenar un poco las arcas.

¿Cómo funcionan las oposiciones en vuestras comunidades? ¿es tan escandaloso el mamoneo?

jueves, 14 de abril de 2011

Agotando mi soltería



El 31 de diciembre siempre es un día especial. Parece que el hecho arrancar la última página del calendario y ver pasar el año nos hace reflexionar acerca de todo lo que hemos vivido esos doce meses. Hay personas a las que el efecto nochevieja les dura semanas y hay otras a quienes les dura menos de lo que tardan en tragar las uvas, pero todos nos volvemos algo introspectivos, aunque sólo sea durante un instante.


Ese instante en el que se te enciende la bombilla puede darle un giro radical a tu vida. Y si vas algo alcoholizado (cosa que en fin de año es más que habitual), la catarsis es inminente.


Mi última nochevieja la celebré junto a Pasteloso y mis hamijas en Pueblopalmao. Nunca os he hablado del pueblucho de mis ancestros ¿verdad? ya linkaré una entrada más desctiptiva, pero de momento sólo viene al caso decir que allí se montan unos guateques, reminiscencia de cuando la ruta del bakalao pasaba por allí, en las que todo el mundo acaba por olvidar nimiedades como el propio nombre, el sentido de la verticalidad y el estado civil.

Yo había trabajado en turno de tarde ese día en el Valle de los Reyes, por lo que llegué a la cena de fin de año con el vestido rojo que había preparado para la ocasión cuando la mesa ya iba por el segundo plato. Antes del postre me escapé al lavabo a maquillarme y arreglarme un poco el pelo. Con la recién estrenada ley anti-tabaco, todas las mujeres del local estaban fumando hacinadas dentro del baño y al salir entre la nube de humo después de la sesión de chapa y pintura, parecía estar cumpliendo mi sueño infantil de participar en Lluvia de estrellas. Lista para enfrentarme a la noche.


Tras la cena, las copas, las uvas con atragantamiento incluído y el brindis de rigor, pasamos del restaurante al local donde los quintos del pueblo organizaban la discomóvil. Este año, Primohulk forma parte de la comisión de fiestas y mi hermana es su acompañante. Dos personas enchufadas detrás de la barra sirviéndome alcohol de forma gratuita el último día del año, únicamente pueden traer una consecuencia: Pasteloso y yo considerablemente etilizados. Como nuestra relación apenas era un pequeño brote de 5 meses, a pesar de estar muriendo por atarme a su piel y comérmelo a besos, mi cerebro expuesto a un avanzado estado de alcoholemia sufre unos arranques de independencia y seguridad en sí mismo durante los cuales me convierto en una especie de sexy-diva reina de la pista. Esa es la imagen de mí misma que mi cabeza se crea, pero en alguna ocasión han tenido la mala sangre de grabarme en vídeo en semejante estado y puedo decir que soy más bien tirando a Travolta en sus horas bajas. Eso sí, saco un desparpajo de no sé donde que hace que me relacione con todo el mundo, con un carisma y un don de lenguas que ni en pentecostés. Lástima que luego no recuerde nada, porque tendría más amigos que Mark Zuckerberg. Aunque pensándolo bien es mejor así, porque tengo una gracia innata para robar copas a mis parejas de baile que no se me puede aguantar y si ellos lo recordasen igual no se tomarían muy bien la estafa...

Centrándome en el hilo de la historia, podéis imaginar que con una Paranoica bailando por toda la sala con cualquiera que le ofrezca alcohol, Pasteloso tuvo a bien hacerse amigo del Dj y pasar la noche sobre el escenario jugueteando con los platos y dedicándose alguna canción de mi parte. Yo alzaba la vista para buscar su silueta entre los focos, le sonreía con mi halo de autosuficiencia confirmando la dedicatoria y seguía a lo mío, que era robar cubatas.

Llegó el momento crítico en que los pies empezaron a resentirse del taconazo y los bailes, así que fui a buscar a mi churri para que me aguantase un ratillo. Subí las escaleras del escenario, me dirigí hacia la silla donde estaba sentado y cuando iba a plantarle el mejor de mis besos, me traicionó el equilibrio y caí de rodillas a sus pies, en plan Cenicienta fregando los zócalos, pero borracha. Para arreglarlo no se me ocurre otra cosa que el siguiente diálogo de besugos:

- (voz etilizada on) Do me he caído... me he adodiyado. ¿Quiedes casadte codmigo?
- Claro que sí, anda levántate.
- ¿De lo eztás bazando bien?
- Sí, tonta.

Me recoge del suelo, me da un abrazo.
Me da un beso híper dulce.
Me cede la silla.
Hinca una rodilla en el suelo.
Materializa una alianza que saca de no sé dónde.
Me la pone en el dedo anular de la mano izquierda.

- Paranoica... ¿Quieres casarte conmigo?
- ... ¿Lo eztás diciendo en zedio?
- Sí.
- ¡Pues clado! (rompí a llorar)

En ese momento pasaron dos de mis hamijas por el escenario y nos pillaron, a él rodilla en tierra y a mí con los ojos inundados.

- ¿Te ha pedido que os caséis?

Yo no podía articular palabra del sofoco, así que como confirmación de la noticia me limité a seguir sollozando y enseñar el anillo...

- ¡Qué ilusióoon! ¡Me voy a comprar un vestido chulísimo!
- ¡Despedida de soltera a Ibizaaaa! ¡Nos vamos de despedida!

Así son mis hamijas, pensando en mi felicidad por encima de todo. La novia del Dj fue corriendo a cabina para anunciar el compromiso por los altavoces, mandando al carajo cualquier esbozo de intimidad que pudiera quedar. Arrinconaron al pobre Pasteloso para acribillarlo a preguntas y yo aproveché la confusión para acercarme al Dj y pedirle esta canción que tenía preparada como pequeña sorpresa de fin de año para Pasteloso, pero claro, sin esperar que él me sorprendería mucho más a mí. Me quedé corta, pero conseguí hacerle saltar un par de lágrimas, que sabiendo cómo es de duro, para mí es más que suficiente.

Pasé un par de días en estado de shock asumiendo la noticia porque no me lo acababa de creer. ¿Que me caso? ¿yo? pero si hace seis meses estaba llorando debajo del edredón, escondida del mundo y maldiciendo al sexo masculino por el simple hecho de existir... pero si nadie me soporta... pero si soy un desastre... pero si iba borracha... pero seguro que lo decía de broma... seguro que ahora me hago a la idea y luego se arrepiente, se echa atrás y otra vez vuelvo a la agonía suicida...

Pero no.

Así que el próximo 14 de Abril pasaré por el altar, o por por el juzgado, o por donde sea que pasamos quienes celebramos bodas civiles.

En cualquier caso, sin duda estoy pasando por la mejor época de mi vida y estoy encantada de compartirla con él. Todavía no me acabo de creer que sea real.

Me quedan 12 meses de soltería.

Daisypath Wedding tickers

... y descontando.

martes, 12 de abril de 2011

El hombre perfecto (no es Íker Casillas)


Acabo de ver que en mi querido en SLQH el bueno de Dani Mateo comentaba ésta noticia. Ya que ando falta de inspiración, los ránkings absurdos siempre son jugosos y como sobre gustos nadie puede discutirme (bueno sí, pero jamás podréis quitarme la razón), vamos a malgastar un poco de saliva disertando.

El titular resume que según un profundísimo estudio sociológico, el hombre perfecto es Íker Casillas. Bajo mi humilde opinión, el portero blanco es bastante soseras. Antes lo compensaba con lo resalá que parece ser Eva González, pero desde que está con la estrábica, se ha venido a menos. El momentazo del beso me hizo pensar por un momento que al menos él tiene sangre en las venas, pero la paz anodina posterior ha sido la confirmación de que esta pareja ha hecho la jugada anti Pitt-Jolie: han pasado de ser un posible bombazo mediático a ser invisibles en menos de lo que salta un flash. No digo que me parezca mal, respeto su intimidad y me importa un pimiento seco su vida, pero que este chico sea nombrado hombre perfecto casi me ofende.

El criterio que han seguido para otorgarle el sambenito al madridista es que, al parecer, reúne el equilibrio perfecto entre de cinco arquetipos masculinos, de cada uno de los cuales hay un campeón "pura raza". A saber:

- El guapo, Mario Casas. Actor de superproducciones como Los hombres de Paco, El Barco y otras que no recuerdo. Alias el sinca, porque tiene estipulado por contrato que cada tres escenas ha de aparecer a pecho descubierto en al menos dos. Imposible encontrar fotos suyas con ropa.

- El "macho", Javier Bardem. Cuando un tío es feo pero cuadrao, hay que considerarlo atractivo. Entonces se dice que es macho. Esa es mi conclusión. Famoso por ser hijo de una señora actriz y padre del hijo de esa chica que se frungió a medio Hollywood.

- El elegante, Pep Guardiola. Aquí no puedo estar más de acuerdo. No puede ser una rebelde siempre, hoygan.

- El metrosexual, Cristiano Ronaldo. Metrosexualérrimo es, pero nada atractivo a mi parecer. Ese toque de chuloputas-sin-ley le hace perder todo el morbo.

- El maduro, José Coronado. Maduro por fuera, renovado por dentro.

Como nota personal para quien hizo el estudio, no entiendo qué pinta un portugués en un ránking de españoles ¿era para residentes? porque entonces tampoco entiendo la nominación de Antonio Banderas en la categoría "maduritos", si no reside en España. Supongo que el requisito para entrar en el ránking es ser propietarios de viviendas en la península o algo así.

Si yo tuviera que hacer mis propias nominaciones, abriría la veda internacional y cambiaría las categorías de metrosexual y "macho" por otros parámetros más interesantes para mi búsqueda. Quedaría lo siguiente:

- El guapo, entre dos estilos: En el de niño-bueno Tom Welling, conocido por hacer de Superman en la serie Smallville y en el de machote-empotrador Jon Kortajarena. Aunque en verdad lo que es empotrar, me dejaba empotrar por ambos.

- El elegante, como ya he dicho antes Pep Guardiola. Se merece una mención Cayetano Rivera, pero indiscutiblemente me quedo con Pep.

- El maduro, Sean Connery. No necesita presentaciones.

- El misterioso, Johnny Depp. Es atractivo hasta de sombrerero loco.

- El yogurín, Nicholas Hoult. De la serie Skins (rarísima aunque os la recomiendo), pero no sé si ha hecho algo más.

- El sexy, Ashton Kutcher. No sé si es la mirada traviesa, el gesto de la boca o que siempre le dan unos papeles de chico malote pero tierno, de esos que nos hacen caer las bragas. Este chico me quita el frío... pero desgraciadamente, quien le da calor es Demi Moore. Ahora podéis admirarlo en el cine si os gusta la comedia ligerita, en Sin compromiso.

¿Qué os ha parecido la clasificación del sociólogo de turno? ¿cuál sería vuestro ránking particular?

Sobra decir cuál sería mi hombre perfecto. Pero de ese no podéis opinar, que es sólo mío, ¿vale?

lunes, 11 de abril de 2011

El premio de las 7 anécdotas


Ya sabéis que se me dan fatal las introducciones, en seguida me voy por los cerros de Úbeda y me pierdo. Así que como el título es bastante descriptivo, me voy a limitar a decir que la Doctora Anchoa me ha pasado el testigo y empiezo:

1- Me da grima morder tela. Deshacer un nudo con los dientes es algo inconcebible para mí. Cuando hay algún cordón demasiado apretado, la solución siempre es cortar. De pensarlo tengo los pelos de punta...

2- ODIO que me toquen las rodillas. Si alguien se atreve a rozarlas, por suave o cariñoso que sea el acercamiento intencionado o no, mi reacción es violenta y desmedida. Puede morir.

3- Me encantan los rasgos femeninos y sensuales, pero soy demasiado vaga para dedicarme tiempo a serlo. Tengo una colección enorme de ropa, zapatos, maquillaje y bisutería en varios armarios y siempre acabo poniéndome los mismos vaqueros y las deportivas cochambrosas, con el pelo recogido en una coleta y la cara lavada.

4- Saqué todos mis estudios haciendo chuletas. Luego no las utilizaba, pero me daban una seguridad para afrontar el examen que era imprescindible. Qué se le va a hacer.

5- En realidad, no soy tan desastrosa como me vendo. Tengo una vida completamente normal y corrientucha. Mi forma de pensar y ver el mundo no se aleja de la de cualquiera de vosotros (o eso creo), pero me aterroriza el hecho de no sentirme especial.

6- Cuando me comparo con la gente de mi entorno, me siento tremendamente extraña. Las mujeres de mi edad, sexo, raza y estatus socioeconómico que teóricamente deberían ser mis semejantes, no podrían resultarme más diferentes. Y esto no me hace sentir especial, sino fuera de lugar y sola. Y eso también me aterroriza.

7- Vistos los dos últimos puntos... quizá en el fondo sí sea algo paranoica.


Aquí está mi pedazo de premio, que he confeccionado con mi gradiosa habilidad del Paint.



Y ahora toca lanzar mis nominaciones. No lo toméis como algo personal, nominaré en riguroso orden de comentario: José Antonio (aunque no te guste), Patitiesa, Malena, Aquella Chica, Arena, El chico de la Consuelo y Ene.

jueves, 7 de abril de 2011

De cómo llegué a ser una mujer trabajadora (de nuevo)

Era agosto de 2010, un día de esos en que hace tanto calor que si sacas la sartén por la ventana puedes hacerte una tortilla.

Mi familia estaba en la casita de la playa, tomando el sol y haciendo barbacoas al aire libre en plan tribu de los Brady. Todo ese aire bucólico a mí me hastiaba después de mis desventuras amorosas y yo había optado por pasar el verano haciendo mi propia versión lastimera de Eva María, quedándome en la ciudad donde pudiera tener internet bien cerca para fustigarme con imágenes del susodicho saliendo de fiesta y cortejando nuevas víctimas. Después de las fases de espera ilusionada-victimismo-depresión-convalecencia y unas cuantas semanas de castigo, llegó la fase de promiscuidad despiporre y alcoholismo previos al contacto definitivo con la realidad. De esta etapa no estoy especialmente orgullosa, pero tampoco me avergüenzo porque ha sido imprescindible para volverme a colocar los pies en el suelo, el corazón en el pecho y la cabeza sobre los hombros. Y porque entonces apareció él, dando un vuelco a mi vida y llenando de ilusión los rincones de desesperanza. A lo que iba, que es la historia de cómo volví al mundo laboral: Con la repentina confianza que otorga amanecer unos cuantos días junto a alguien, Pasteloso se tomó la libertad de registrar las despensas de mi casa y tras confirmar que no podía seguir sobreviviendo a base de galletas y espaguetis durante toda la ausencia estival de mis padres, me obligó a bajar al súper para reponer víveres. Era urgente hacer la compra y yo lo sabía, pero salir a la calle en pleno agosto significa exponerte a una muerte agónica por combustión espontánea. Sientes el sol asarte los pulmones al vapor cada vez que inspiras. Mi razonamiento incuestionable era que mejor morir de hambre que a la papillotte. Pasteloso me sacó de casa cogida de la oreja y con una lista de la compra nos fuimos al Mercadona más cercano. Estando en la cola de la caja, sonó mi móvil:


- Hola, ¿es ud. la señorita Paranoica?


- Sí, soy yo.


- La llamo del Valle de los Reyes, tenemos aquí su currículum y estamos interesados en hacerle una entrevista de trabajo mañana por la mañana.


En ese momento entré en shock confusional. En menos de dos meses había hecho cuatro entrevistas de trabajo para tres empresas diferentes (una clínica de fertilidad, un centro de estética y una cadena de geriátricos) y yo no había echado candidatura para ninguna de ellas. No entendía el repentino interés del mundo laboral hacia mi persona ahora que yo pasaba de incorporarme a él. Obviamente como no me interesaba lo más mínimo no encajaba en el perfil , no me cogieron para ninguno de los puestos ofertados... ¿El Valle de los Reyes? ¿otra vez? Ya hice una entrevista para esas residencias hace apenas un mes y ¿ahora me vuelven a llamar? ¿qué quieren? Me quedé mirando a Pasteloso con cara de estar más perdida que un pulpo en un garaje.


- Es de una residencia de viejos, para una entrevista de trabajo mañana.


- ¿Tienes algo que hacer?


- No.


- ¿Entonces?


- No quiero trabajar allí, odio comerme marrones y pagan una mierda. Es verano y me llamarán pronto de la pública.


- No seas tonta, haz la entrevista y si te llaman de otro sitio siempre estás a tiempo de rechazar.


- ...


Caprichos del destino, la noche anterior habíamos estado hablando de que la convivencia con su anterior pareja había fracasado porque ella estaba estudiando y se negaba a trabajar dentro y fuera de casa. Así que en un alarde de madurez, acepté aquella entrevista para un puesto de trabajo que no me motivaba en absoluto para impresionar a un hombre.


Respecto al trabajo, no me equivoqué y es una mierda, pero al menos tengo un sueldo al final de mes y teniendo en cuenta cómo están las cosas ya puedo darme con un canto en los dientes. De las maravillas del Valle de los Reyes ya os hablaré otro día.


Como conclusión final, es curioso que de lo jodida que puede llegar a quedarse una al verse de un plumazo sin casa, sin trabajo y sin novio, lo más notorio sea esto último. Estar en el paro y volver a parasitar la casa de mis padres cual nini me traía sin cuidado, pero no tener pareja me atormentaba de una forma que ahora mismo no soy capaz de explicar. Más tarde descubriría que a mi bruja ese orden de preferencias se la traía al pairo.


Para resolver el misterio de las entrevistas fantasma, debo confesar que estaba tan obsesionada y deprimida en mi falsa soledad que no me di cuenta de cómo mi familia estaba luchando por ayudarme a resolver mi situación. Mi bruja había decidido coger las riendas y pasaba mis meses de autocompasión bombardeando a todas las empresas del país con mi curriculum. Y claro, de alguna me tenían que llamar.


Dadle a una madre un país en crisis y sentaos a observar.